Capítulo 4 “Santiago de la nueva Extremadura”

Desde la improvisada angarilla en que se acarreaba a don Benito, este reconoció de lejos el cerro huelen donde el mismo había plantado una cruz en su viaje anterior con diego de almaro. El lugar era perfecto según el reglamento de Carlos V “no elijan sitios para poblar en lugares muy altos, por la molestia de los vientos y dificultades del servicio y acarreo, ni en lugares muy bajos, porque suelen ser enfermos…”. Inés echó a correr la idea de que Valdivia debía ser nombrado gobernador. Tienen a los toquis  de rehenes. Hubo una pelea entre estos y los indios donde se perdió la mayoría de lo poco avanzado en Santiago de la nueva Extremadura, Pedro no estaba en Santiago, ni la mayoría de sus soldados, habían muy pocos hombres, las mujeres, niños y animales fueron escondidos en un sub terréano hecho en casa de Inés y pedro. Esta batalla fue muy dura ya que los soldados se encontraban bastante mal heridos e Inés tenía poca gas, por lo que tuvo que romper varios de sus vestidos, en un momento Inés tuvo un colapso al darse cuenta de la gran perdida y que la mayoría de los hombres estaban realmente graves, en cuando curaba a estos, vio al espíritu de juan Málaga quien la guio a la casa en la cual tenían a estos rehenes, donde sintió por parte de juan, degollar a los rehenes, al hacerlo tiro una por una las cabezas hacia donde se hallaban los mapuches, estos se asustaron, lo tomaron como una señal, hubo un gran silencio hasta que estos se fueron, Inés nunca supo cómo fue capaz de hacerlo.